Las ayudas públicas que necesitan los emprendedores tecnológicos

Somos ya muchos los que venimos avisando del enfriamiento de la inversión privada en el ecosistema de emprendimiento tecnológico. En momentos como estos, es cuando cobra especial importancia que exista una política de incentivos públicos de financiación que sustente al emprendedor innovador.

No obstante, no basta con una estrategia teórica de apoyo o con el mero hecho de crear una línea de ayudas para startups porque está de moda, sino que este tipo de empresas necesitan unos instrumentos de financiación a su medida y con una serie de requisitos para ser eficaces y efectivos.

Emprendimiento innovador

Después de haber analizado la situación con detalle y tras participar en varios estudios de los distintos ecosistemas regionales de apoyo al emprendimiento innovador que existen en España, así como de haber compartido reflexiones con excelentes y exitosos emprendedores tecnológicos, también clientes y amigos, he comprobado que existen una serie de necesidades comunes que suelen ser garantía de éxito cuando se tienen en cuenta en los programas públicos de apoyo a las startups tecnológicas.

Entre las cuestiones clave para el emprendedor tecnológico, se encuentran desde la estabilidad en las convocatorias, que permite planificar y afinar mejor la propuesta, hasta una correcta comunicación y difusión, que garantice que los potenciales candidatos conozcan la oportunidad.

Por supuesto, también es esencial la eficacia en la evaluación y el complimiento de los plazos previstos, así como la transparencia respecto a los resultados de dicha evaluación, tanto para los que resultan adjudicatarios como para los que no, de forma que sirva de aprendizaje para propuestas mucho más acertadas y mejor dirigidas en años sucesivos.

También es muy valorada la agilidad administrativa y que la plataforma de solicitud y seguimiento de las ayudas resulte intuitiva y de fácil uso, de forma que la consecución de esta financiación no suponga un trabajo extra para este tipo de empresas de muy reducido tamaño que necesitan concentrar sus recursos y tiempo en desplegar su actividad. Asimismo, es muy apreciada la posibilidad de interactuar con un interlocutor de la administración que aclare las dudas que puedan surgir durante el proceso.

Pero sin duda, el aspecto esencial para que un programa público de financiación para startups tecnológicas tenga éxito es que se trate de un apoyo financiero competitivo. Para ello, es clave que las condiciones sean lo más favorables posible (grado de subvención, interés del préstamo, carencia, plazos de devolución), bajos diferenciales ahora que atravesamos una etapa de altos tipos de interés, la no exigencia de garantías (ya que para estas empresas incipientes es muy difícil conseguir avales) y una forma de pago que reduzca las barreras de entrada al emprendimiento innovador, con el prepago como una fórmula especialmente interesante para estos perfiles.

Además, existe la tendencia reciente de una creciente especificidad en las ayudas por sector económico, lo que permite ajustar las condiciones y suele conllevar también mejores resultados.

Sistema regional de startups

En definitiva, para impulsar un sistema regional de startups sólido y consistente, que como sabemos es esencial para un tejido productivo innovador y con capacidad de incorporación de nuevas tecnologías, ya no basta con tener una línea básica de ayudas al emprendimiento.

Es fundamental diseñar programas bien adaptados a sus necesidades reales y es muy importante hacerlo en estos momentos en los que la inversión privada que tanto ha crecido en los últimos años se empieza a enfriar.

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